Trauma
Los huesos son rígidos, pero si se doblan o “ceden” un poco cuando se les aplica una fuerza. Si la fuerza al que son sometidos es demasiado importante, los huesos pueden fracturarse (romperse).
La severidad de la fractura dependerá principalmente del hueso afectado, la edad del paciente, la calidad ósea y la severidad de la lesión. Si el hueso se quiebra de tal manera que un fragmento de hueso se expone através de la piel, o la herida es profunda y llega al hueso, la fractura se llama “expuesta”.
En general los huesos fracturados deben ser inmovilizados y mantenidos elevados, para disminuir el dolor evitar mayor lesión, y disminuir el sangrado. Las articulaciones vecinas a un hueso fracturado deben ser evaluadas para descartar su lesión o luxación. En la emergencia, las fracturas expuestas deben ser tapadas con vendajes estériles o limpios hasta llegar a un centro de atención. Una evaluación con radiografías es necesaria para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de fractura, para indicar el tratamiento adecuado. Si la fractura está desplazada, el cirujano debe reducirla, generalmente utilizando algún tipo de anestesia.
Las fracturas curan mediante la formación de nuevo hueso “callo”. Uno de los principios de tratamiento ante una fractura es restaurar y mantener la anatomía normal y alineación del hueso quebrado hasta su consolidación. El método específico de tratamiento varia de acuerdo a la personalidad de la fractura (el hueso afectado, la calidad ósea, la severidad de la lesión, si fue cerrada o expuesta la lesión, etc).
Los tipos de tratamiento pueden ser con yeso, mediante el uso de férulas o brace, através de tracción, utilizado métodos quirúrgicos de reducción abierta o cerrada y fijación interna (con clavijas, tornillos, placas, clavos endomedulares o tutores externos); por los beneficios y riesgos que tienen los métodos quirúrgicos, es el cirujano quien debe seleccionar que tipo de tratamiento realizar en cada paciente, para asegurar un mejor resultado funcional.
Una vez consolidada la fractura, es necesario fortificar los músculos alrededor de la fractura, y restaurar la movilidad articular. En general, sesiones de fisioterapia son necesarias para lograr este objetivo.
Una dieta adecuada (manteniendo niveles adecuados de calcio), la exposición solar y el hacer ejercicio, especialmente en las mujeres, es importante para mantener los huesos fuertes y prevenir fracturas.